I
La Mar quita
La Mar da
A idílicas almas la potestad
Arrebatar con lirio el mirar
Entregar obtusa luz solar
Es un absurdo respirar
Para un alma sin recuerdos
Infructuosos los encuentros
Nulas las estrellas
Mudos los pies
II
No hay sol que suba
Ni sol que baje
Tampoco luna que llene
Menos ola que turbe
Pues no osa instruir
Insiste en seducir
Lo vacío e incorpóreo
III
¡Perspicaz tu protestas!
Miradas pausadas
Tacto delicado
Ocio loable
Ves, la Mar, como algo inmensurable
Una inmensidad desnuda
Adorable, querible, besable, amable
Tendrás sol, lluvia y viento
¡No! - Te faltará solo tiempo
Bastaría con recuerdos de lo eterno
Si lo eterno es verdad
Y la verdad es libertad
Así como el canto del viento
Es el viento en tu rostro
– y el rostro en tu cuerpo
Es tu cuerpo la unicidad, libre del tiempo
Puro es el cielo
Si lo ves sin apuro
No encuentras recelo
Quitas el velo
Un efímero destello
Es ese tu consuelo
IV
Emancipas el tiempo
Lo coleccionas
Lo atesoras
Caminas con el
Una diplomacia de lo tierno
Tus pies podrían hablar
Pero eligen cantar
Pues sería un error no cantar
Cantar para ti
Una melodía que sujete la libertad
Una tan serena -
como el recuerdo del unisono de la planta de tus pies y tus sandalias.