Vagarás en llanuras de tristeza,
habitarás cavernas,
imaginarás siluetas.
Nombrarás las sombras.
En la oscuridad
pensarás que un lente,
tal vez un lente,
un lente bastará,
para desvelar la oscuridad
y sentir lo ausente
en tu vientre.
Detrás de tus ojos,
transmutan sueños,
de tus brazos
caerá lo marchitado,
rasgará el recuerdo,
te dolerá todo el cuerpo.
Pensarás en la inmensidad irresoluta,
sea el cauce nunca el mismo,
sea la suficiencia nunca la misma.
Como corre el río corre el sueño.
Como arrastra un río arrastra un sueño.
Pensamientos violentos,
cortantes como bayonetas,
sin llegada
como un baile.
El baile de la vida neutra,
débil pero persistente,
como lo es un recuerdo,
no miras, tampoco ves:
¿Que crees? – la verdad no tiene revés.
¿Quién eres tú? Contingente, mortal
arcilla que desvanece.
¿Ligeramente moldeable, resistente y fuerte?
No un fuerte de guerra que siempre es insuficiente,
si fuerte de lo que hace a los valientes.
¿Dónde verter tanto amor?
¿Es solo el arte lo trascendente?
Luna, lo que siento al verte,
continua vida, ha de separarse y contener muerte
¿Luz de quien reflejas?
No violenta, si valiente,
como el mismo lente.
La oscuridad dentro de la oscuridad,
siendo magnificada, onírica y complaciente
de arcilla a porcelana,
moldearse,
romperse,
quebrarse.
La neutra vida
desnuda, vacía, vertida
en tu vientre.